Zenjo - El Paramita de la Meditación

El color de la montaña, el sonido del valle, todo junto es la
Voz y la santa postura de Buda Shakyamuni – Eihei Dogen
La concentración en el Zen se diferencia algo de los conceptos que conocemos en la vida cotidiana al respecto. En el Zen la concentración no significa concentrarse en algo y separarse de lo demás, tampoco significa concentrase en algo y buscar un estado especial de profundidad en el cual alcanzamos un estado de euforia o un trance. En el Zen, a la práctica de meditación le llamamos Shikantaza, solo sentarse, que es la practica de concentración que no se apega a nada y no se mantiene en nada. El paramita de la meditación – Zenjo en japonés – es un continuo estar despierto que se manifiesta por y a través de los paramitas de la disciplina, la paciencia, la generosidad y la energía.
El enfoque central de la concentración que practicamos durante la práctica de Shikantaza es la realización de la unidad. Cada punto en si de la postura que tomamos durante Zazen es una expresión de esta unidad. Por ejemplo, el punto donde los pulgares se encuentran. Si se dice que hay que concentrarse en el punto de la postura donde los pulgares apenas se tocan, esto no implica separarse por otro lado del resto del mundo. En la verdadera concentración en el punto en el que los pulgares se juntan realizamos también la unión con el cosmos entero. A partir de esta realizacion nos damos cuenta que es solo nuestro ego lo que separa y que nuestro ego surge a través del apego a los pensamientos. De ahí nace la comprensión para otro aspecto muy importante de Zazen: que al tomar la postura, seamos concientes de ello o no ya estamos realizando la Vía o con otras palabras, la postura misma implica realizar la Vía.
Asi nuestra respiración y la del universo se vuelven uno y el punto donde los pulgares se juntan contienen en si el todo el cosmos. Al realizar esta unidad comprendemos además que toda acción que cometemos tiene influencia directa sobre todo el universo. Por eso el concentrase es también ganar claridad sobre si mismo, sobre una existencia que no existe independientemente a todo lo que nos rodea, a todas las existencias.
Aun así la concentración en nuestra práctica de Shikantaza no es algo que se limite a Zazen. Zazen es la fuente, el punto de partida, pero al practicar la meditación con la concentración justa, esta se expresa también en nuestra vida cotidiana. Por eso se dice que no hay que ver la práctica de la Vía separada de la vida cotidiana.
Esta es la enseñanza que se expresa en el Tenzo Kyokun del Maestro Dogen cuando se encuentra con el Tenzo del templo del maestro Tendo Nyojo. Cuando Dogen se encontró con este Tenzo que tenía ya bastante edad, le preguntó:
"¿Por qué trabaja tan duro? Porque no deja esta labor a un monje mas joven y practica Zazen y estudia los sutras mejor?
El anciano se hecho a reír y respondió:
"Yo soy el cocinero y tengo que preparar la comida para los monjes, otra persona no lo puede hacer por mi. Otro no es yo. Joven, Usted no ha comprendido la práctica del camino ni el sentido de sus textos".
Dogen se quedo muy impresionado. Cuando mas tarde volvió encontrar al Tenzo, Dogen le preguntó:
"¿Qué es la práctica de la vía? ¿Qué es el camino?"
El viejo tenzo respondió:
"El camino se manifiesta en todas partes, no se esconde en ningún sitio"
Dogen le volvió a preguntar:
"¿Cuál es el sentido de los textos, de las enseñanzas?
"Uno, dos, tres, cuatro, cinco" respondió el anciano.