Fuse - La Generosidad

Fuse. La Generosidad
Generosidad no es solo dar. También es no querer recibir nada a cambio. Ni cosas materiales pero tampoco el paraíso o el satori. Fuse no es solo no desear el paraíso si no que también no tenerle miedo al infierno. La generosidad transforma nuestra vida y hace nacer un ser humano que no necesita nada y que no tiene miedo – Kodo Sawaki
Dāna paramita: generosidad (Fuse) – Al estudiar los escritos budistas se puede mal interpretar el concepto de virtud con un significado que implica mostrarse benevolente con alguien que esta debajo de nosotros. Uno se encuentra en una posición más alta y le puede ayudar a los otros que están mal y que sufren. Pero esta no es la comprensión correcta.
Generosidad significa en primer lugar comunicación. Se trata de un proceso de comunicación que sobrepasa la irritación, porque si no seria solo como un escondite cómodo dentro de un matorral de espinas. Se trata de una comunicación que contiene energía y que tiene que ser un acto del dar incondicional y que a la vez es un acto de intercambio. Cuando la irritación entra en nuestros pensamientos es nuestra inseguridad la que aparta a los demás de nosotros y por lo tanto es justamente lo contrario de a lo que llamamos comunicación. Por eso el Bodhisattva tiene que experimentar la comunicación abierta como un proceso de generosidad que sobrepasa la irritación o el deseo de autoprotegerse. Cuando las espinas están por picarnos tenemos el sentimiento que se nos esta atacando y que tenemos que protegernos, pero con esto estamos perdiendo una fantástica oportunidad de comunicación que se nos ha dado y no hemos sido lo suficientemente valientes para mirar hacia el otro lado del río. En vez de eso juzgamos, miramos hacia atrás e intentamos huir.
La generosidad es la disposición a dar y abrirse sin recurrir a motivos filosóficos, éticos o morales. Significa simplemente hacer lo que el instante o cualquier situación requieran sin preocuparse que sea lo que se va a recibir a cambio. No le tememos ni al odio ni a las pasiones sino que nos abrimos simplemente y nos entregamos a lo que surge en el instante. Esto significa que no juzgamos porque si lo hiciésemos la comunicación perdería toda su fuerza y su autenticidad.
El sentido mas profundo de esta idea de la transcendencia consiste en comprender las limitaciones que nos impone la mentalidad competitiva que pone en comparación esto con lo otro. Cuando observamos algo por lo general nos impedimos a nosotros mismos a verlo tal y como es. Vemos lo que nosotros interpretamos y por lo tanto solo una versión subjetiva, en vez de verlo tal y como es. Pero así una verdadera comunicación no es posible. La generosidad significa dar todo lo que tenemos en este instante. Nuestro comportamiento tiene que ser completamente abierto y desnudo. No nos corresponde a nosotros a juzgar sino que es quien recibe quien tiene que hacer el gesto del recibir y que si no esta predispuesto a recibir no encontrara nuestra generosidad.
El Bodhisattva no pregunta ¿estoy cometiendo algún error aquí? ¿Con quien debo ser abierto? Y tampoco se pone de parte de nadie. Que lo vean la gente y que lo analicen – el se les pone a disposición. En un comportamiento así no hay espacio para fingir o para valoraciones filosóficas o religiosas y justamente por eso es tan valioso y bello.
La generosidad como Paramita es el acto que no se hace para uno mismo porque comprender el Zen del Buda significa ver con claridad que no existimos separados de los demás.
